La falsificación de productos es indudablemente un problema que afecta a consumidores en el mundo entero, muchas veces de manera inconsciente. De hecho, en la mayoría de las ocasiones esta se presenta en aspectos banales de nuestra vida. Sin embargo, situaciones como la pandemia de COVID-19 han evidenciado su practica en áreas sensibles como la de salud, tanto en farmacéuticos y productos naturales de uso medicinal, y artefactos que tienen como finalidad la preservación de la vida, en cuyo caso -realmente- le hemos dado a la materia, la importancia que merece. Este trabajo materializa la implementación de una serie de mecanismos y leyes, como: a) la Ley que Reforma Diversos Cuerpos Legales para reforzar la Prevención y el Combate al Comercio Ilícito, Fortalecer la Industria Nacional y Fomentar el Comercio Electrónico, b) la Política Nacional de Propiedad Intelectual, y c) modelos de cooperación binacional, que tienen como objetivo el fortalecimiento de los Derechos de Propiedad Intelectual para disminuir las infracciones en el sistema y luchar contra la piratería y falsificación, e implementar medidas preventivas y punitivas en la materia. En esta línea de ideas, se concluye que todos los ciudadanos, somos solidariamente responsables de la prevención y erradicación de la falsificación.
